Área de camping-car de Oradour-sur-Glane

Descubra Oradour-sur-Glane, un lugar cargado de memoria situado en el corazón de Francia. En medio de la exuberante campiña de la región de Lemosín, este apacible pueblo fue testigo de uno de los episodios más oscuros de la Segunda Guerra Mundial, lo que le valió el título de pueblo "mártir". Fue el 10 de junio de 1944 cuando Oradour-sur-Glane fue escenario de la cruel masacre de sus habitantes a manos de las tropas nazis. Hoy en día, los vestigios de esta tragedia permanecen intactos, congelando el pueblo en el tiempo como un conmovedor monumento conmemorativo. Hay lugares que no pueden olvidarse. Al visitar Oradour-sur-Glane se sumergirá en la historia, explorando calles adoquinadas desiertas, casas en ruinas y objetos abandonados que son testigos mudos de la tragedia. Cada edificio lleva consigo las cicatrices del pasado, ofreciendo una impactante visión de la barbarie de la guerra. El Centre de la Mémoire (Centro de la Memoria) le invita a profundizar en este trágico episodio y en el tumultuoso período de la Segunda Guerra Mundial a través de archivos, películas y relatos personales. Podrá comprender mejor los acontecimientos que llevaron a aquel terrible día y rendir homenaje a las víctimas inocentes. La región también alberga otras muchas atracciones turísticas. A tan solo 13 km de distancia, descubrirá Saint-Junien, una encantadora ciudad con mucho carácter. Centro importante de la industria del cuero y la fabricación de guantes, el pueblo también deleitará a los aficionados de la historia. Dé un paseo por las calles adoquinadas de su centro medieval y empápese del ambiente de antaño. No se pierda sus joyas arquitectónicas: la colegiata (construida entre los siglos XI y XIII), la casa de los cónsules, la capilla Notre-Dame-du-Pont y las terrazas de la abadía de Saint-Amand. Los amantes de la naturaleza también encontrarán múltiples actividades a lo largo de las tranquilas orillas del Vienne, donde se puede pescar, hacer kayak o simplemente relajarse junto al agua. Las rutas de senderismo que recorren los alrededores ofrecen también vistas panorámicas de la pintoresca campiña lemosina. A lo largo del Glane, explore el paraje de Corot, una zona natural virgen donde el río serpentea entre rocas. A lo largo de los siglos, muchos artistas se han sentido cautivados por estos paisajes excepcionales, incluido el maestro del paisajismo Jean-Baptiste Camille Corot. Además, este lugar es el punto de partida de numerosos senderos aptos para todos los niveles.