Área de camping-car de Charleville-Mézières, Mont Olympe

Charleville-Mézières es una pequeña joya de la arquitectura y la historia, empezando por la Place Ducale (Plaza Ducal). Esta plaza, que sigue el modelo de la Place de los Vosges de París, es una visita obligada para empaparse del ambiente de este destino calificado como "patrimonio del siglo XX". Su singular arquitectura combina ladrillos rosas, piedras ocres y pizarra azul. Charleville es una ciudad volcada hacia la naturaleza, que le encantará sobre todo por su vía verde que bordea el Mosa y que podrá recorrer a pie, en bicicleta ¡o incluso en patines si le apetece! También puede dejarse tentar por un paseo en "bateau mouche" por el río. Otra forma de conocer la ciudad: durante todo el año se organizan visitas con antorchas en la oficina de turismo. A la luz tenue de las antorchas, recorra las calles con un guía para conocer la rica historia local de este destino de las Ardenas. La ciudad está considerada como la capital de la marioneta. Para conocer esta actividad que hace que el alma de Charleville sea auténtica, diríjase al Grand Marionnettiste, cerca de la Place Ducale para apreciar el reloj monumental que cobra vida cada hora de 10:00 a 21:00 horas. Cuenta la leyenda local de los Cuatro Hijos Aymon. El Museo de las Ardenas le permite descubrir todos los secretos del marionetista al desvelar los mecanismos que se esconden entre bastidores. Este museo también está dedicado a la arqueología, la historia, el arte y las tradiciones populares. Por último, el Museo Rimbaud le sumerge en el mundo de este emblemático poeta, natural de Charleville. Revela la vida y obra de Arthur Rimbaud a través de múltiples documentos, exposiciones e incluso actividades para chicos y grandes.