Este circuito comienza en la capital histórica y gastronómica del Lauragais, en Castelnaudary. Atravesada por el Canal du Midi, la ciudad se construyó en torno a su castillo. El campo chauriense está salpicado de molinos de viento en medio de las colinas que le dan todo su encanto. Para hacer:

• Pasear por el Canal du Midi entre el puerto y las 4 esclusas de St Roch, pasando por el Grand Bassin que ofrece una de las vistas más bonitas de la ciudad.

• Evadirse en el pueblo fortificado de Saint Papoul, en el corazón de las callejuelas y casas de entramado de madera, y luego visitar la abadía catedral a 10km de Castelnaudary.

• Sucumbir a la glotonería degustando el imprescindible cassoulet de Castelnaudary, famoso en toda Francia.

Este circuito continúa por la llanura del Lauragais, en Villasavary. Este antiguo pueblo fortificado del siglo XII está rodeado de colinas, viñedos y praderas verdes. Las fachadas coloridas de las casas reflejan el ambiente cálido que allí reina. Para hacer:

• Pasear por las calles del pueblo y aprovechar un rayo de sol para hacer una pausa en una terraza.

• Hacer una parada en la Maison de la Randonnée para conocer las rutas de senderismo con los panoramas más bellos.

• Cruzar la Porte Saliège, que data del siglo XIII, último vestigio de las fortificaciones de la villa de Laurac, la Cátara, a pocos minutos de Villasavary. Alrededor del pueblo, los amantes de la naturaleza podrán observar los espléndidos panoramas sobre la llanura, la zona Natura 2000 y sus 26 especies de aves protegidas.

Retroceder en el tiempo siguiendo la ruta de senderismo "les dédales du temps" con salida desde Villasavary, guiado por las siluetas metálicas de Théodore Denille, de su hijo Léopold y del arqueólogo. Un circuito de 10,2km para unas 3h de caminata.

Situado en la confluencia del Hérault y del Vis, se encuentra en Cazilhac, conocido por su rico patrimonio hidráulico y su pasado industrial.

• Salga a descubrir sus ruedas hidráulicas "les meuses" y sus canales. Antiguamente alimentaban las fábricas de hilo, las fuentes y los molinos de su vecino Ganges.

• Explore el municipio a través de sus numerosos senderos, algunos de ellos con un hermoso panorama como sorpresa al final del paseo.

• Descubra las actividades de espeleología, barranquismo y recorridos de aventura como la Via Ferrata

• Eche un vistazo al exterior del castillo del municipio (privado) y al acueducto construido tras la Revolución

Situado en las Corbières, al pie de la montaña de Alaric, Fabrezan es la siguiente etapa de este circuito. Rodeado de viñedos, este pintoresco pueblo, antiguamente fortificado, posee un encanto auténtico. Para hacer:

• Visitar el museo Charles Cros, para descubrir a este personaje pintoresco, poeta e inventor del siglo XIX originario de Fabrezan.

• Recorrer el centro de Fabrezan, descubriendo su pasado y admirando la Tour Carré, de 30 metros de altura y que data del siglo XII

• Realizar una escapada de descubrimiento intra muros por Carcassonne, la imprescindible ciudad medieval fortificada del Aude.

Caminar junto a un burro en una excursión de medio día o de un día entero por las Hautes Corbières. Este insólito compañero motivará perfectamente tanto a los pequeños excursionistas como a los mayores, que le confiarán con gusto sus mochilas.

Idealmente situado a 30 km al este de Carcassonne, a 10 km de Lézignan-Corbières y a 15 de Minerve, Homps es conocido por su puerto en el Canal du Midi y su agradable lago de recreo. A este pequeño pueblo le gusta dar a conocer a los visitantes su gusto por la vida, sus actividades de ocio y su vino. Para hacer:

• Pasear por el puerto a pie o durante un paseo en bicicleta

• Descubrir los numerosos vinos de la DOP Minervois en la Maison des vins du Minervois, en el muelle del puerto (aproveche para degustar algunos)

• Disfrutar de un paseo en barco de crucero, de abril a noviembre

• Ir a nadar al Lac de Jouarres, muy cerca

• Probar las frutas de temporada y los productos locales del magnífico mercado de Olonzac (a 5 minutos en coche), todos los martes por la mañana

Se encuentra a mitad de camino de esta excursión por el País Cátaro, en Port-la-Nouvelle. Situada en el litoral del Aude, esta pequeña ciudad con una identidad muy mediterránea rebosa dulzura entre la garriga, las Corbières y el azul azur del mar. Su puerto pesquero y comercial es el corazón efervescente de la ciudad. ¡Esta etapa permite llenarse de naturaleza! Para hacer:

• Partir al asalto de la isla de Sainte Lucie, una reserva natural regional a la salida de Port-la-Nouvelle, que constituye uno de los últimos elementos de la cadena de las Corbières hacia el mar Mediterráneo. Canto de las cigarras y descubrimiento de la fauna y la flora con las visitas temáticas propuestas por los guías del conservatorio.

• Acudir a las 17h al puerto pesquero para comprar pescado fresco en la lonja, ¡ambiente auténtico garantizado!

• Tomarse un descanso relajante en la inmensa playa de Port-la-Nouvelle. Baño en el mar azul azur o paseo por la playa que se extiende desde la desembocadura del puerto hasta el acantilado de Leucate, con un animado paseo marítimo y una playa salvaje como decorado.

¿Senderistas aficionados o expertos? Para los aficionados, el sentier du Golfe Antique, bordeando estanques y lagunas. Para los expertos, el Sentier Cathare, en el corazón de la garriga salvaje mediterránea, un entorno natural preservado excepcional.

Para esta nueva etapa, dada la ubicación en el País Cátaro, se encuentra de nuevo en el corazón de un antiguo pueblo fortificado, La Palme. Aunque los restos de sus fortificaciones están muy presentes, se le ofrece un escenario totalmente nuevo con el mar Mediterráneo y las salinas. ¡Los reflejos del agua ofrecen un espectáculo espléndido sobre los estanques que se unen al mar! Para hacer:

• Inmortalizar la vista de Le Salin, entre el mar y la garriga durante un paseo en trenecito o en coche de caballos.

• Disfrutar de una pausa de relajación y contemplar el mar en la playa virgen del Rouet, que se extiende a lo largo de 2km.

• Descubrir los vestigios del patrimonio histórico del pueblo, sus puertas fortificadas, su puente levadizo y la torre del reloj.

Rumbo ahora a la Haute Vallée de l’Aude, para ganar algo de altura en los Pirineos del Aude, en Quillan. Punto de partida de numerosas excursiones, prepárese para asombrarse ante los vastos panoramas de las estribaciones pirenaicas, entre el bosque del Pays de Sault, las gargantas y desfiladeros del Aude y las Corbières meridionales. Para hacer:

• Remontarse a través de la historia del pueblo, descubriendo su patrimonio arquitectónico y las ruinas del Castillo de Quillan que data del siglo XIV, encaramado en las alturas de la margen derecha del Aude. Desde el castillo, una vista muy hermosa de la ciudad y de las montañas circundantes.

• Lanzarse al agua en el Lac du Saint-Bertrand. Un espacio acuático con dos estanques: uno para un baño tranquilo con playas de arena y guijarros a la sombra de los árboles; el otro para los más deportistas, que podrán practicar paddle surf, kayak o incluso pescar.

• Lanzarse a la aventura y probar una actividad deportiva para llenarse de sensaciones en el centro municipal de la Forge. A elegir: rafting, escalada, forestjumping, natación en aguas bravas o incluso espeleología. Los menos atrevidos pueden optar por una de las numerosas rutas de senderismo según su nivel, con bellas vistas del circo de Quillan.

Perderse en el Labyrinthe Vert, un circuito de 4km para una caminata de 1h30 en un bosque de bojes en medio de un laberinto de rocas de aspecto encantado y llenas de misterio. Para hacer solo o en familia.

¿Un poco de festividades para cerrar este periplo? ¡Bienvenido a Limoux, capital de la Blanquette pero también del carnaval y de la fiesta! Prueba de ello es que Limoux puede presumir de celebrar el carnaval más largo del mundo, de enero a marzo. Además de su lado festivo, Limoux posee un patrimonio rico con una historia de casi un milenio, que incluye la iglesia de Saint-Martin o la basílica de Notre-Dame de Marceille. Para hacer:

• ¡Probar una blanquette! No el guiso de carne, sino el emblemático vino del Aude, la Blanquette de Limoux, ¡el primer vino espumoso de la historia! Numerosas bodegas ofrecen descubrir sus viñedos y los secretos de elaboración de este vino.

• Disfrutar del ambiente festivo de Limoux. ¿Se ha acabado el carnaval? ¡No importa! ¡Todos los fines de semana se suceden programas festivos entre festivales y animaciones! Acuda a la oficina de turismo para conocer el programa de festividades.

• Deambular por uno o tres museos. El Museo de Bellas Artes Petiet, con su encanto de la Belle Époque, que expone las obras de este artista de finales del siglo XIX; el Museo de los Autómatas, para conocer personajes inspirados en cuentos y mitos; o el Museo del Piano, con su aspecto insólito instalado en una antigua iglesia con un centenar de pianos desde el siglo XIX hasta nuestros días.

Partir en una caminata de aproximadamente 2h30 de 7km "Sur les hauteurs de Laux et Ninaute" para descubrir la cuna de grandes vinos que es Limoux, su ambiente festivo y su rico patrimonio.